Su construcción fue necesaria pues de esa altura había sido atacada la ciudad en varias ocasiones. En 1732 se construyó en madera provisional, siendo rehecho en mampostería. En 1775 fue reconstruido al quedar afectado por el sitio. Desde él se realizaron los disparon con el cañón "el Caminante" que marcaría os nuevos límites de la ciudad de Melilla.
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