En 1219, el arzobispo de Toledo, Don Rodrigo
Jiménez de Rada, conquistó el castillo de Mira. Dos años después, en
1221, el mismo arzobispo toledano entrega el castillo en feudo al noble
aragonés Gil Garcés de Azagra, sobrino de los dos primeros señores de
Albarracín.
La carta del Concejo de Teruel del año 1252, es una Carta de alianza entre
el Concejo de Teruel y el de Mira sobre deudores y fianzas, y que informa de
Gil Garcés II como dueño y señor de Mira. La carta se autentifica con un
sello de cera del concejo municipal y del que hoy se ha elaborado el escudo
de la Villa.
En un momento todavía no determinado, Mira deja de tener un señor y pasa a
realengo. Posteriormente según el privilegio dado en Toledo por Alfonso X el
6 de febrero de 1260, la villa de Mira pasa a ser agregada a la Comunidad de
Villa y Tierra de Requena, quedando como aldea suya.
En 1537 Mira se segrega de Requena y varias edificaciones como el
ayuntamiento y la iglesia de la Asunción se construyen en ese momento. Es de
suponer que ante la gran demanda de material constructivo, se iniciase de
manera determinante el desmantelamiento del castillo.
En 1801, el ilustrado José Andrés Cornide de Folgueira y Saavedra, visitó
Mira y dejó por escrito la última referencia evidente de la existencia del
castillo. En su crónica menciona que el pueblo de Mira está situado en la
falda de un cerro y dominado por un antiguo castillo ya arruinado.
Mampostería
Tipo estructura:
Simple
Planta:
Topográfica
Elementos arquitectónicos:
Restos de un aljibe y vestigios de cimientos de mampuesto
Estado:
Vestigios
Causas del deterioro:
Reaprovechamiento materiales
En 1219, el arzobispo de Toledo, Don Rodrigo
Jiménez de Rada, conquistó el castillo de Mira. Dos años después, en
1221, el mismo arzobispo toledano entrega el castillo en feudo al noble
aragonés Gil Garcés de Azagra, sobrino de los dos primeros señores de
Albarracín.
La carta del Concejo de Teruel del año 1252, es una Carta de alianza entre
el Concejo de Teruel y el de Mira sobre deudores y fianzas, y que informa de
Gil Garcés II como dueño y señor de Mira. La carta se autentifica con un
sello de cera del concejo municipal y del que hoy se ha elaborado el escudo
de la Villa.
En un momento todavía no determinado, Mira deja de tener un señor y pasa a
realengo. Posteriormente según el privilegio dado en Toledo por Alfonso X el
6 de febrero de 1260, la villa de Mira pasa a ser agregada a la Comunidad de
Villa y Tierra de Requena, quedando como aldea suya.
En 1537 Mira se segrega de Requena y varias edificaciones como el
ayuntamiento y la iglesia de la Asunción se construyen en ese momento. Es de
suponer que ante la gran demanda de material constructivo, se iniciase de
manera determinante el desmantelamiento del castillo.
En 1801, el ilustrado José Andrés Cornide de Folgueira y Saavedra, visitó
Mira y dejó por escrito la última referencia evidente de la existencia del
castillo. En su crónica menciona que el pueblo de Mira está situado en la
falda de un cerro y dominado por un antiguo castillo ya arruinado.
Anales Toledanos. Los viajes de José Cornide por España y Portugal de 1754 a 1801..La historia de Mira. Un recorrido por las luces y sombras de su pasado