La situación estratégica de Calatrava la Nueva, dominando el Puerto de Calatrava y enfrentado al Castillo de Salvatierra, le permite controlar una de las vías naturales más importantes que cruzan Sierra Morena y unen la Meseta con el valle del Guadalquivir.
Construido por los caballeros calatravos en el siglo XIII tras la batalla de las Navas de Tolosa, siendo utilizados como mano de obra muchos prisioneros musulmanes entre los años 1213 y 1217 (Se especula con la posibilidad de que las obras hubiesen empezado con anterioridad). Fue construido sobre el antiguo Castillo de Dueñas que fue cedido por Rodrigo Gutiérrez Girón y su mujer Jimena, a la Orden de Calatrava. En 1217, la Orden traslada su sede maestral desde la maltrecha Calatrava La Vieja, hasta su nueva ubicación. Fue casa general de la Orden. Se abandonó en el siglo XIX.
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