El castillo, del que en la actualidad apenas quedan restos, se circunscribe a la superficie de la plataforma rocosa sobre la que se asienta. Los restos pertenecen a una torre de planta rectangular construida con obra de sillar, prácticamente desaparecida, a la que se accedía por gradas excavadas en la roca. También puede accederse al puntón rocoso a través de las escaleras de la torre de la iglesia parroquial. La cresta estaría amurallada por el costado sur, pues queda un alineamiento de sillería y la entalladura correspondiente al resto. En el extremo sur de la cresta hay un aljibe rectangular de gran capacidad. Presenta gran similitud con el vecino castillo de Azara.