Ramiro I patrocinó y financió un ambicioso proyecto de castillos en la frontera meridional del reino a escasa distancia de las fortalezas islámicas, y se edifican las Torres de Clamosa, Pano y Troncedo, que se localizan en el entorno del hisn de Muñones, en la Puebla de Castro. Los autores del Nacimiento del Arte Románico Aragonés, datan la construcción de 28 torres de estas características entre 1015 al 1062; Philippe Araguás sitúa la Torre de Clamosa entre 1040 y 1070, Viruete Erdozáin en el 1067, y en torno a 1055 afina Castán Sarasa.
Eran torres de Castillo efectuadas según estilo arquitectónico del primer románico, que se alzaban en la cota más elevada de la plataforma rocosa, dotada de defensas naturales, en un sistema de poblamiento agrupado.
El castillo se utilizó de cárcel en el siglo XIII para albergar judíos de la Aljama de Monclús, que en 1289 andaban revueltos. En varias ocasiones fueron acusados de usura, declarados culpables y multados. Se produjo una pequeña revuelta de la aljama, debida, al parecer, a la resistencia de sus miembros a satisfacer algunos tributos. Algunos fueron detenidos y encarcelados en el Castillo de Clamosa. Amigos de los detenidos, asaltan el Castillo para liberar a los encerrados causando daños en él. El Justicia de Aínsa les acusó de haber causado destrozos en el vecino castillo de Clamosa y de haber liberado algunos contribuyentes judíos prendidos por el oficial real, a cuyos agentes quitaron las armas y golpearon.
A Juan de Moncayo dio el rey (de Aragón) los lugares de Clamosa y Puy de Cinca. y en aquella villa hizo el rey merced a Juan de Moncayo (que después fue gran parte en procurar esta prorrogación y, por consiguiente, la disolución de aquel matrimonio) de los lugares y castillos de clamosa y puy de cinca. y iba el rey entreteniendo el tiempo del desposorio mañosamente, con mucho sentimiento y pesar del rey y reina de navarra su tía, hasta que se declaró el pasaje del infante don juan a sicilia y publicó el rey que sería por el mes de deciembre.
El 8 de Octubre de 1414 en Montblanc, Fernando I de Aragón donó en feudo el Castillo de Clamosa que había confiscado a Jaime de Aragón II conde de Urgell, a mosén Juan de Moncayo por su apoyo en la batalla de Balaguer contra éste:
Donación de los lugares de Clamosa y Puigdecinca hecha p[or] el Rey D[on] Fernando, el 1º, á fabor de D[on] Juan de Moncayo.
Fondo Hijar. Sala V. Leg.94/2. Doc.9. 9 ff., sin foliar
De esta donación a Juan de Moncayo en feudo, se forma la baronía de Clamosa.
Traemos sin fechar, al no estar concretado, lo que aconteció con el Castillo de Clamosa, después de que fuese proclamado rey Fernando II:
“…No sería de extrañar; porque de otros castillos, de que nos hablan los documentos de la región, no tenemos ya ni memoria, pues perecieron en las enérgicas medidas con que nuestro Rey Fernando el Católico combatió el bandolerismo. Ejemplo característico de esto lo tenemos en el mismo Barbastro, en que se levantaba el castillo de los Entenza y que existió hasta el Rey Católico, y del que no nos queda recuerdo sino en los documentos de la ciudad y del que se ocupan en la relación de revueltas de sus habitantes, y lo mismo sucede con el de Clamosa, que fué refugio de bandas de hasta 100 bandoleros, que depredaban toda la alta montaña y los alrededores de Barbastro, a la que más de una vez intimidaron, y del que sus habitantes no guardan la más mínima idea. Tan absoluta y radical fué la demolición verificada por nuestro Rey Católico…”. (Ruinas de Almerge, pág. 75. dialnet.unirioja.es)
El castillo edificado en tiempos de Ramiro I, para fortalecer la frontera con los moros y desde donde acometió el asedio de Graus, después de los daños infringidos por los judíos de la aljama de Montclús para liberar a sus amigos allí encarcelados, y la destrucción por parte de las tropas de Fernando “el Católico” para eliminar el bandolerismo, quedó en ruinas.
Unos estudios datan en en el siglo XVIII, entre 1766 y 1772, cuando los clamosinos deciden construir la Iglesia. Otros entre 1778 y 1793. Podemos concretarla en 1782, como se recoge en el Diccionario Histórico de Arquitectos de Aragón de J.M. Verón.
Sin guerras ni necesidad de utilizarlo para comunicarse con otros castillos y ante la escasez de piedras, los clamosinos decidieron optimizar sus recursos y con los restos que quedan del castillo, acometen la construcción de La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción: barroca con planta de cruz latina según planta de excepción en el Sobrarbe.
Sillarejo
Tipo estructura:
Simple
Planta:
Poligonal
Elementos arquitectónicos:
Restos de una base pentagonal
Estado:
Ruina Progresiva
Uso actual:
Sin uso
Titularidad:
Público
Ramiro I patrocinó y financió un ambicioso proyecto de castillos en la frontera meridional del reino a escasa distancia de las fortalezas islámicas, y se edifican las Torres de Clamosa, Pano y Troncedo, que se localizan en el entorno del hisn de Muñones, en la Puebla de Castro. Los autores del Nacimiento del Arte Románico Aragonés, datan la construcción de 28 torres de estas características entre 1015 al 1062; Philippe Araguás sitúa la Torre de Clamosa entre 1040 y 1070, Viruete Erdozáin en el 1067, y en torno a 1055 afina Castán Sarasa.
Eran torres de Castillo efectuadas según estilo arquitectónico del primer románico, que se alzaban en la cota más elevada de la plataforma rocosa, dotada de defensas naturales, en un sistema de poblamiento agrupado.
El castillo se utilizó de cárcel en el siglo XIII para albergar judíos de la Aljama de Monclús, que en 1289 andaban revueltos. En varias ocasiones fueron acusados de usura, declarados culpables y multados. Se produjo una pequeña revuelta de la aljama, debida, al parecer, a la resistencia de sus miembros a satisfacer algunos tributos. Algunos fueron detenidos y encarcelados en el Castillo de Clamosa. Amigos de los detenidos, asaltan el Castillo para liberar a los encerrados causando daños en él. El Justicia de Aínsa les acusó de haber causado destrozos en el vecino castillo de Clamosa y de haber liberado algunos contribuyentes judíos prendidos por el oficial real, a cuyos agentes quitaron las armas y golpearon.
A Juan de Moncayo dio el rey (de Aragón) los lugares de Clamosa y Puy de Cinca. y en aquella villa hizo el rey merced a Juan de Moncayo (que después fue gran parte en procurar esta prorrogación y, por consiguiente, la disolución de aquel matrimonio) de los lugares y castillos de clamosa y puy de cinca. y iba el rey entreteniendo el tiempo del desposorio mañosamente, con mucho sentimiento y pesar del rey y reina de navarra su tía, hasta que se declaró el pasaje del infante don juan a sicilia y publicó el rey que sería por el mes de deciembre.
El 8 de Octubre de 1414 en Montblanc, Fernando I de Aragón donó en feudo el Castillo de Clamosa que había confiscado a Jaime de Aragón II conde de Urgell, a mosén Juan de Moncayo por su apoyo en la batalla de Balaguer contra éste:
Donación de los lugares de Clamosa y Puigdecinca hecha p[or] el Rey D[on] Fernando, el 1º, á fabor de D[on] Juan de Moncayo.
Fondo Hijar. Sala V. Leg.94/2. Doc.9. 9 ff., sin foliar
De esta donación a Juan de Moncayo en feudo, se forma la baronía de Clamosa.
Traemos sin fechar, al no estar concretado, lo que aconteció con el Castillo de Clamosa, después de que fuese proclamado rey Fernando II:
“…No sería de extrañar; porque de otros castillos, de que nos hablan los documentos de la región, no tenemos ya ni memoria, pues perecieron en las enérgicas medidas con que nuestro Rey Fernando el Católico combatió el bandolerismo. Ejemplo característico de esto lo tenemos en el mismo Barbastro, en que se levantaba el castillo de los Entenza y que existió hasta el Rey Católico, y del que no nos queda recuerdo sino en los documentos de la ciudad y del que se ocupan en la relación de revueltas de sus habitantes, y lo mismo sucede con el de Clamosa, que fué refugio de bandas de hasta 100 bandoleros, que depredaban toda la alta montaña y los alrededores de Barbastro, a la que más de una vez intimidaron, y del que sus habitantes no guardan la más mínima idea. Tan absoluta y radical fué la demolición verificada por nuestro Rey Católico…”. (Ruinas de Almerge, pág. 75. dialnet.unirioja.es)
El castillo edificado en tiempos de Ramiro I, para fortalecer la frontera con los moros y desde donde acometió el asedio de Graus, después de los daños infringidos por los judíos de la aljama de Montclús para liberar a sus amigos allí encarcelados, y la destrucción por parte de las tropas de Fernando “el Católico” para eliminar el bandolerismo, quedó en ruinas.
Unos estudios datan en en el siglo XVIII, entre 1766 y 1772, cuando los clamosinos deciden construir la Iglesia. Otros entre 1778 y 1793. Podemos concretarla en 1782, como se recoge en el Diccionario Histórico de Arquitectos de Aragón de J.M. Verón.
Sin guerras ni necesidad de utilizarlo para comunicarse con otros castillos y ante la escasez de piedras, los clamosinos decidieron optimizar sus recursos y con los restos que quedan del castillo, acometen la construcción de La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción: barroca con planta de cruz latina según planta de excepción en el Sobrarbe.
. Guitart Aparicio, Cristobal: Castillos de Aragón I. Librería General, Zaragoza, 1986, pp. 122-123
Información turística:
Visitable
Acceso al castillo:
Acceso complicado
25/08/2017
Autor: José Manuel Clúa Archivo / Depósito: A.E.A.C.