Documentado en el año 963 cuando Miro, conde de Barcelona, lo vende a Enyec, a veces llamado Bonfill, este lo permuta en 998 con el monasterio de Sant Cugat. En el siglo XII aparece el topónimo. En el siglo XVII aparece bajo jurisdicción real.
Estado:
Emplazamiento conocido de una fortificación desaparecida
Uso actual:
Desaparecido
Documentado en el año 963 cuando Miro, conde de Barcelona, lo vende a Enyec, a veces llamado Bonfill, este lo permuta en 998 con el monasterio de Sant Cugat. En el siglo XII aparece el topónimo. En el siglo XVII aparece bajo jurisdicción real.
Pere Català i Roca, dir, Els castells catalans V, Barcelona, 1976, p.259-265. VVAA, Catalunya románica XIX, Barcelona, 1992, p.312 y 412-413. VVAA, Catàleg de monuments i conjunts histórico-artístics de Catalunya, Barcelona, 1990, p.395.