La villa esta situada próxima a la vía Simancas-Palencia. Existe la tradición de que en el siglo XII la villa perteneció a los templarios. Posteriormente Alfonso VII la donó al obispo de Palencia, siendo desde entonces señorio episcopal. La iglesia fue concebida para proporcionar refugio a los obispos en caso de peligro. En 1308 se alojó en ella María de Molina. En 1520 los comuneros la saquearon y destruyeron el Palacio Episcopal.
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