Todo el espolón está rodeado por una muralla que se adapta a la irregular topografía del terreno, construida a base de lajas de pizarra escasamente trabadas con barro y jalonada por torres de planta cuadrada y escaso saliente (entre 14 y 19 pudieron ser definidas) situándose en uno de sus extremos la alcazaba, que se separa de la ciudad por un potente muro jalonado por dos torres simétricas.
En la actualidad las ruinas están sumergidas en las aguas del pantano de Alqueva.
Estado:
Ruina Progresiva
Intervenciones:
Excavación arqueológica bajo la dirección del Dr. Fernando Valdés