En el siglo XII, durante el reinado de Fernando II de León (1157-1188), se levantó esta muralla que nacía en las torres del castillo, en la zona más elevada de la villa, conocida hoy como Altafría, y descendía por la actual calle de los Castillos, rodeando el otero. La parte norte de la villa siempre estuvo protegida por el terreno escarpado que bajaba hasta el río Cea, que también servía de protección. En 1388 se rehicieron las antiguas murallas y en el siglo XV se amplió la muralla que cerraba la población por el sur. Ya en el siglo XIX se derribaron algunas puertas y casi toda la muralla para permitir una expansión más fácil de la ciudad.
Elementos arquitectónicos:
Quedan dos puertas de la de la antigua muralla de la villa del s. XIV:
- La Puerta de las Arrejas, construida de piedra y ladrillo, de estilo mudéjar. En el interior, entre dos arcos, está el rastrillo. También en el interior hay una hornacina con la Virgen Milagros.
- La Puerta de Santiago está muy desfigurada por los repintes que ha sufrido. Es de doble arco apuntado, de estilo mudéjar, con las características de los alfices o recuadros y los ladrillos esquinados. En la cara este figura la imagen dieciochesca de Santiago Matamoros; a la izquierda el escudo de los Osorio y a la derecha el escudo de la Villa de Valderas.
La Puerta de San Isidro: aunque no se conserva íntegra como se encontraba en el Siglo X, esta puerta era uno de los accesos a la villa en la época medieval. Sólo se conserva uno de los arranques del arco, ya que la puerta se desplomó a principios del siglo XX, al encauzar las aguas de las lluvias.
Estado:
Recinto que conserva elementos importantes
Titularidad:
Público
Tipo:
Conjunto Histórico Artístico
En el siglo XII, durante el reinado de Fernando II de León (1157-1188), se levantó esta muralla que nacía en las torres del castillo, en la zona más elevada de la villa, conocida hoy como Altafría, y descendía por la actual calle de los Castillos, rodeando el otero. La parte norte de la villa siempre estuvo protegida por el terreno escarpado que bajaba hasta el río Cea, que también servía de protección. En 1388 se rehicieron las antiguas murallas y en el siglo XV se amplió la muralla que cerraba la población por el sur. Ya en el siglo XIX se derribaron algunas puertas y casi toda la muralla para permitir una expansión más fácil de la ciudad.