Discurso pronunciado por el presidente de la AEAC en el DÍa Nacional de los Castillos 2014, celebrado en Zaragoza el 14 de junio
Excmas, ilmas Autoridades… amigos y amigas de Zaragoza y de otras muchas Comunidades de España. Culminamos con esta cena, otro Día Nacional de los Castillos, en el que muchos teníamos ganas de venir a Zaragoza; tras los organizados en Andalucía, Baleares, las dos Castillas, La Rioja, Madrid, Murcia, Galicia, Valencia etc.. Este periplo estaba incompleto, sin la capital del antiguo reino de Aragón.
En primer lugar, quiero agradecer a ARCA (la delegación en Aragón, de la Asociación Española de Amigos de los Castillos) y a las Autoridades que han colaborado con nosotros y que nos acompañan hoy, la hospitalidad que están teniendo, al recibirnos, organizándonos un atractivo programa para que conozcamos mejor el Patrimonio Fortificado aragonés .
En Aragón, ARCA, dirigida por Carlos Querol y José Manuel Clúa como Presidente y Vicepresidente respectivamente, desarrolla una intensa actividad de investigación y difusión organizando: exposiciones, jornadas de castellología, en Calatorao elaborando el inventario de Castillos en Aragón, publicando libros y revistas.. estando atentos al estado de conservación de las fortificaciones aragonesas y dando charlas, en centros educativos, continuando con la labor, que en los años 50 emprendió Cristobal Guitart, nuestro Presidente de Honor de Aragón.
Uno de los objetivos de estas jornadas, que celebramos desde hace 50 años, es unir, a los socios en este viaje-asamblea, compartir, cohesionar e impulsar, la labor que hace la Asociación por toda España.
Estos últimos 4 años están resultando difíciles para la Asociación. Nos han ido retirando todas las ayudas públicas y parte de las privadas que recibíamos. La Asociación, se mantiene gracias al esfuerzo y el trabajo entusiasta y desinteresado de sus socios, que no sólo abonan sus cuotas sino que también realizan un meritorio trabajo de voluntariado organizando viajes culturales, ciclos de conferencias, congresos y editando publicaciones. No es fácil el momento actual para nadie, pero no debemos caer en el desaliento. Debemos perseverar en nuestro empeño hasta que vengan tiempos mejores en los que, sin duda, nuestro trabajo será reconocido.
Porque las Asociaciones, como la nuestra, son útiles y necesarias para la sociedad, al canalizar las aspiraciones de la ciudadanía hacia las Administraciones Públicas, complementando su trabajo y colaborando con ellas, en un empeño de interés social.
Ya que hablo de la Asociación quiero dedicar un recuerdo especial a Gonzalo Anes, Marqués de Castrillón, nuestro Vicepresidente primero y Director de la RAH, recientemente fallecido y a quien echaremos de menos.
También estamos en Zaragoza, para conocer mejor la situación del Patrimonio Fortificado aragonés, y sensibilizar a su opinión pública de la necesidad de su conservación.
El conocer el Patrimonio arquitectónico de una región, nos da una valiosa información sobre su historia. Y conocer nuestra Historia, es esencial, para conocer cúal es nuestra personalidad como pueblo.
Por ejemplo, la idiosincrasia de Zaragoza, que hemos tenido la suerte de visitar hoy, sólo se explica conociendo la influencia que ha recibido de las sucesivas culturas que se instalaron aquí: desde el siglo I hasta el IV, como colonia militar romana fundada en tiempos de César Augusto sobre las ruinas de una población ibérica Y de cuyo periodo conservamos buena parte del recinto amurallado. Los siguientes 300 años hasta el s.VII, fue una de las más ilustres y excelentes ciudades de la España visigoda y cristiana, en opinión de San Isidoro. Asímismo los otros 400 años hasta el siglo XII, siendo musulmana, de cuyo periodo hemos visitado el recinto amurallado de la Aljafería. Los otros 4 siglos, del XII al XVI, como capital del reino independiente de Aragón, con un comienzo de convivencia difícil entre moros, mozárabes, judíos, cristianos viejos y nuevos, celebrando en ellas sus Cortes y Concejos y la Coronación de sus Reyes son posiblemente para nosotros Amigos de los Castillos los de mayor interés. Y por último, desde el s. XVI, tras fallecer Fernando II el Católico, unidas las Coronas de Aragón y Castilla, yo diría felizmente unidas, hasta nuestros días, otros 4 siglos y pico, mezcla su historia propia con la Española, en cuyo periodo, hay que mencionar, su heroica resistencia asediada por tropas de Napoleón, en la Guerra de la Independencia lo que desgraciadamente destruyó gran parte de su patrimonio.
Es evidente que un pueblo con estas raíces, tiene aspiraciones y problemas diferentes a otros con una historia diferente.
Este escueto resumen de la historia de Zaragoza puede aplicarse para la Comunidad aragonesa. Aragón conserva un rico Patrimonio castellológico. Tenemos inventariados 1.152 elementos, el 11% del total de España y de toda clase de tipologías y estilos. La mayoría construidos entre los siglos XI (periodo taifa) y hasta el XVI, cuando Aragón fue reino independiente y se fijaron las fronteras del reino. Pero también hay fortificaciones posteriores, sobre todo, en la frontera con Francia construidas en el siglo XIX y hasta en el XX.
Al día de hoy, subsisten 347 castillos militares medievales, 225 torres, 140 casas fuertes, 124 edificios religiosos fortificados, 124 recintos amurallados, y casi 100 castillos palaciegos o palacios militares.
Al investigar y analizar sus estructuras, sus emplazamientos, sus fases constructivas, los materiales y técnicas empleados en su construcción, logramos entender, los motivos de su construcción: si eran para fines de conquista, de dominio estratégico, vigilancia, defensa, refugio o residencias, símbolos del poder y prestigio nobiliario, o bien, centros administrativos.
Aprendemos de las relaciones de poder existentes entre los reinos cristianos, o de éstos, con los musulmanes y entre los estamentos sociales medievales: la Corona, el Clero, la Nobleza, las Ciudades.
Zaragoza, como Aragón, como España, como Europa, en el contexto mundial es potencia cultural. Tenemos la suerte de vivir en un continente riquísimo, en Patrimonio cultural tanto inmaterial (tradiciones y costumbres) como material (monumentos). Otros países tendrán otras ventajas; Nosotros debemos conservar aquello que nos identifica y prestigia en el mundo.
Conservar bien nuestro Patrimonio fortificado, debiera ser uno de nuestros objetivos prioritarios. Que no desaparezcan más castillos. Muchas razones, justifican nuestro esfuerzo. Defendemos valores artísticos, culturales, paisajísticos También con ello, aprovechando que tenemos aquí al Consejero de economía quiero decir que los castillos recuperados dinamizan el turismo de interior y desarrollan la economía de sus comarcas.
Pero sobre todo, para mí el fundamental es que trabajamos para conservar nuestro acervo comunitario, nuestras señas de identidad, para no olvidar los orígenes de nuestra alma colectiva, de dónde venimos, lo cual nos ayuda a entender, las complejidades de nuestro presente y futuro. La arquitectura fortificada, si la observamos, aprendiendo de ella, sabiendo interpretarla, es la mejor maestra de nuestra Historia.
Pero además este conocimiento de la Historia y su documentación es imprescindible para acertar con una correcta restauración. Historia y Arquitectura, conforman un proceso de ida y vuelta. Para nuestra Asociación “castellología”, es precisamente la colaboración de arqueólogos, historiadores y arquitectos en la conservación, rehabilitación y difusión de este Patrimonio.
Una experiencia, en coordinación de equipos, que ponemos a la disposición de las Administraciones Publicas de Aragón, (representadas aquí por el consejero de Economía y Empleo, la Directora General de Turismo de la DGA, y el Diputado de Cultura de la Diputación General de Zaragoza para cualquier colaboración futura que precisen.
Porque, repito, la situación actual no es buena. A pesar de que en los últimos años se ha restaurado mucho y bien, logrando que alrededor de un 30% de los Castillos de Aragón, están en buen o muy buen estado, o que al menos, se hayan consolidado sus ruinas. Los Castillos de Loarre, Monzón, Peracense, Mora de Rubielos o la ciudadela de Jaca, son buenos ejemplos de ello. Y este año, nos hemos alegrado de que hayan comenzado por fin, las obras de consolidación del Castillo de Calatayud, por parte del Instituto de conservación del Ministerio de Cultura.
Sin embargo, más del 50% de las fortificaciones inventariadas, aparecen en ruina progresiva. Es decir, unas 530 fortificaciones aragonesas, se están deteriorando de forma sistemática. El problema se acentúa en los que están situados en lugares inaccesibles y son de difícil utilización. Casos como los de Yequera, Santias, Alfajarín , Berdejo , Bijuesca todos en Zaragoza , Alba en Teruel y Argavieso y Permisan en Huesca , son especialmente preocupantes.
Durante el último siglo, hemos sido testigos de su desmoronamiento: un año, una grieta o unas almenas que se caen, otro, un lienzo de muralla, poco a poco, convirtiéndose en vestigios irrecuperables, en los que sólo podrán realizarse trabajos arqueológicos.
Esto no es un problema exclusivo de Aragón. Lo es de toda España, en porcentajes similares. Tampoco es que las causas del deterioro sean recientes, vienen de siglos de abandono, pero no nos podemos resignar a que desaparezcan. Tenemos el deber, de transmitir a las generaciones futuras, estos vestigios de un mundo pasado, al menos, en las mismas condiciones de conservación en que los recibimos nosotros. No debemos permitir que se pierdan partes de nuestra memoria histórica. Una memoria histórica, entremezclada con leyendas milenarias, que nos han emocionado de niños y no tan niños.
Algunos castillos todavía son recuperables y pueden dársele usos que garanticen su conservación. Otros, son sólo ruinas, que hay que consolidar, para que no desaparezcan del todo.
El coste, de llevar a cabo esta recuperación, y de sostener su conservación, es de tal magnitud, que el Estado, los gobiernos autónomos, y Ayuntamientos, nunca lo han abordado adecuadamente. Con la crisis actual la situación es peor, no hay recursos suficientes.
Creemos, que en este empeño, hay que contar con todos. Por supuesto una coordinación de la gestión y los recursos de todas las Administraciones Públicas, y desde luego, contar también con las iniciativas privadas. Si hay personas, empresas o entidades dispuestas a financiar la restauración correcta de un castillo, bienvenidos sean y que los recursos del Estado se destinen para los edificios a los que la sociedad no encuentre utilidad y que el Estado vele, eso sí, para que la restauración se haga bien. A los que les preocupa una posible privatización de los castillos, entiendo no hay tal. Los castillos son BICS y por lo tanto, siempre en parte serán públicos.
Como viene haciendo esta Asociación, desde hace 60 años, celebramos este Día Nacional de los Castillos, no sólo para alertar de los problemas que existen sino también para premiar a personas e instituciones, que a nuestro juicio, han sido ejemplares, bien por su trayectoria investigadora y divulgativa, o por las intervenciones de rehabilitación que han llevado a cabo.
La Comisión de recompensas, tomó en consideración estas ideas al premiar con 2 medallas de oro (otorgadas por primera vez este año). Por un lado, a la Fundación UN CASTIILO, ejemplo de optimización de recursos públicos (autonómicos, municipales y privados), en la restauración y puesta en valor del Patrimonio de su fortaleza, y otros monumentos de las cinco villas, llevando a cabo actividades culturales en los mismos. Por otro, a la familia Togores, ejemplo de determinación, en la recuperación de un fuerte en Salamanca, para su utilización como hotel singular. También, es el caso del Ayuntamiento de San Vicente de la Sonsierra, empeñado durante años en la recuperación el castillo de su localidad riojana. Premiamos también, trayectorias personales y colectivas. Vidas dedicadas a la investigación y publicaciones sobre la arquitectura defensiva, en particular, y de la Historia del Arte, en general, como son el caso de José Mª Estables, y de Áurea de la Morena esta segunda amiga y compañera de nuestra Junta desde hace años y el primero, gran especialista en las torres pirenaicas y por último las actividades culturales desarrolladas por la iniciativa barbacana de Calatorao.
Este año, además de nuestras medallas y diplomas tradicionales, nos alegra añadir el Premio Especial, a la investigación castellológica otorgado por Paradores de Turismo de España, que concederá su Presidenta, que nos acompaña hoy, mi buena amiga, Ángeles Alarco. Paradores, una empresa turística, tan vinculada a los Castillos de España, se ha hecho cargo de este Premio que durante años fue financiado por la familia Corchado, fundadores de la Asociación y que por razones personales ha tenido que interrumpir. Los castillos de España tienen una deuda con Paradores pues fueron los primeros en los años 20 en comprender que se les podía dar un nuevo uso sostenible económicamente.
Hay muchos castillos, hoy en día, que necesitan un inversor como Paradores para salvarlos de la ruina. Hoy la restauración se realizaría con otros criterios pero sigue siendo necesaria. Les animamos a seguir invirtiendo en Castillos. Quiero manifestar aquí mi agradecimiento a Paradores por lo realizado en el pasado y también a “Gela” por el compromiso que mantienen con el conocimiento de los castillos al conceder este premio.
En nombre de la Asociación, os manifestamos a todos los premiados nuestro respeto y gratitud por la gran aportación que habéis hecho a los Castillos de España. Muchas gracias.