Existió un alcázar en el lado este del recinto demolido en 1506 del que todavía quedan restos en el barrio llamado del Alcázar, como un torreón anejo a la antigua Iglesia Colegial de Santa María de los Reales Alcázares.
La muralla fue erigida hacia el año 852 por Hashim ibn abd al-Aziz, ministro del emir Muhammad I. Fue conquistada por almorávides y almohades entre los siglos IX al XII, a la vez que sufrió el acoso de los reyes cristianos, especialmente de Alfonso VIII en la Batalla de las Navas de Tolosa. Entre 1214 y 1224 los almohades emprendieron importantes obras de reconstrucción. Con la definitiva conquista cristiana por parte de Fernando III en 1233 se llevan a cabo remodelaciones, entre las cuales la más destacada es la de Sancho IV el Bravo en el siglo XIII que, para historiadores como Ruiz Prieto o Guerrero supuso una gran reforma respecto a la cerca musulmana que se vio reducida a la mitad y de la cual dataría la mayor parte de los restos originales conservados. La cerca sufre diversos embates como frontera con Granada. Entre las más famosas la de Pero Gil aliado con el Reino Nazarí en 1368. Además, entre los siglos XIV y XVI las luchas nobiliarias entre Arandas y Traperas, Cuevas y Molinas propician la orden real de demolición del alcázar en 1506. Durante el siglo XIX tienen lugar importantes derribos de puertas del recinto, que había llegado con más o menos ruina a persistir hasta entonces.
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