Se sabe que a finales del siglo XVI en el cerro había una ermita dedicada a Santa Catalina. En el siglo XVIII el lugar se fortificó y la ermita fue convertida en polvorín.
En el XIX, durante la Guerra de la Independencia, los ingleses demolieron la ermita y construyeron un fuerte en el cerro que quedó abandonado al finalizar la guerra en 1813.
Sobre los restos de este fuerte se construye el edificio actual con apariencia de castillo en los años 30 del siglo XX. Iba a servir como telégrafo óptico y semáforo para la marina, pero nunca llegó a entrar en servicio.
Durante la Guerra Civil es bombardeado y en la posguerra se construyen numerosas casamatas en sus alrededores.
Posteriormente tuvo varios usos, todos vinculados con la marina y con la Armada.
LinkedIn
