Durante la Guerra de Sucesión Española (1703-1714) tras la muerte del rey Carlos II sin descendencia, se enfrentaron por la sucesión al trono el futuro Felipe V con apoyo de Castilla y Francia, y el pretendiente austriaco el Archiduque Carlos, defendida por Aragón, Gran Bretaña y Austria. En 1705 la ciudad de Tarragona capitula ante las tropas austriacas que mantendrán el control de la ciudad durante la contienda. La ciudad tuvo gran interés estratégico pues en 1709, fecha de construcción del fortín, llegaron a Tarragona doce regimientos con el objetivo de convertir la ciudad en el centro de operaciones naval de las tropas aliadas. Tras la firma del Convenio de Hospitalet de Llobregat (22-junio-1713) se pacta la evacuación de las tropas aliadas austriacas y británicas de Cataluña, capitulando Tarragona el 14 de julio de 1713.
No debieron sufrir desperfectos las instalaciones militares, toda vez que cien años después, en la Guerra de la Independencia, en 1811 la ciudad sufre el asedio de las tropas napoleónicas del general Suchet. Así nos presenta Recasens (1965) el estado de las fortificaciones de la ciudad: "Todo indicaba que la amalgama de fortificaciones, baluartes, cortinas, defensas que envolvían la ciudad de Tarragona era claramente insuficiente para una correcta defensa ante l'Armée d'Aragón del general Suchet. Un sistema defensivo obsoleto, inacabado, mal ejecutado, peor mantenido mostraba sus debilidades a la hora de la verdad, a la hora de soportar un sitio como el de 1811". Continúa la crónica en nota al anterior texto en el que se repasan todos los baluartes que defendían la ciudad, que el fortín formaba parte "como tercera línea fortificada con los fuertes de Staremberg" se encontraba "En el camino o carretera de Barcelona, y desde dicho sitio, al fuerte de la Reina y de San Carlos (sic) erigidos en pequeño promontorio, entre las playas de la Rabassada y el Milagro".
A finales del siglo XIX el fortín tuvo función de albergar la sede de carabineros en la lucha contra el contrabando. A principios del siglo XX se rehabilitó y se recuperó para la ciudad.
Mampostería
Otras (en menores proporciones):
Sillería, enfoscada
Tipo estructura:
Simple
Planta:
Poligonal
Estado:
Muy bueno
Uso actual:
Cívico
Titularidad:
Público
Durante la Guerra de Sucesión Española (1703-1714) tras la muerte del rey Carlos II sin descendencia, se enfrentaron por la sucesión al trono el futuro Felipe V con apoyo de Castilla y Francia, y el pretendiente austriaco el Archiduque Carlos, defendida por Aragón, Gran Bretaña y Austria. En 1705 la ciudad de Tarragona capitula ante las tropas austriacas que mantendrán el control de la ciudad durante la contienda. La ciudad tuvo gran interés estratégico pues en 1709, fecha de construcción del fortín, llegaron a Tarragona doce regimientos con el objetivo de convertir la ciudad en el centro de operaciones naval de las tropas aliadas. Tras la firma del Convenio de Hospitalet de Llobregat (22-junio-1713) se pacta la evacuación de las tropas aliadas austriacas y británicas de Cataluña, capitulando Tarragona el 14 de julio de 1713.
No debieron sufrir desperfectos las instalaciones militares, toda vez que cien años después, en la Guerra de la Independencia, en 1811 la ciudad sufre el asedio de las tropas napoleónicas del general Suchet. Así nos presenta Recasens (1965) el estado de las fortificaciones de la ciudad: "Todo indicaba que la amalgama de fortificaciones, baluartes, cortinas, defensas que envolvían la ciudad de Tarragona era claramente insuficiente para una correcta defensa ante l'Armée d'Aragón del general Suchet. Un sistema defensivo obsoleto, inacabado, mal ejecutado, peor mantenido mostraba sus debilidades a la hora de la verdad, a la hora de soportar un sitio como el de 1811". Continúa la crónica en nota al anterior texto en el que se repasan todos los baluartes que defendían la ciudad, que el fortín formaba parte "como tercera línea fortificada con los fuertes de Staremberg" se encontraba "En el camino o carretera de Barcelona, y desde dicho sitio, al fuerte de la Reina y de San Carlos (sic) erigidos en pequeño promontorio, entre las playas de la Rabassada y el Milagro".
A finales del siglo XIX el fortín tuvo función de albergar la sede de carabineros en la lucha contra el contrabando. A principios del siglo XX se rehabilitó y se recuperó para la ciudad.
- VVAA, Catàleg de monuments i conjunts histórico-artistics de Catalunya, Barcelona, 1990.p. 413. - ALOGUIN I PALLACH, Ramón, Guía de fortificacions de Tarragona, Tarragona, 1998.
Acceso al castillo:
Playa del Milagro, dirección Tamarit.
Restauración / Ayuntamiento de Tarragona (Arquitecto Bacquelaine) / 1990
Autor: Rafael Moreno García Archivo / Depósito: A.E.A.C.
Autor: Rafael Moreno García Archivo / Depósito: A.E.A.C.
Autor: Rafael Moreno García Archivo / Depósito: A.E.A.C.
Autor: J. Antonio Ruibal Gil Archivo / Depósito: A.E.A.C.
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