Documentado el castillo en 1176 (el lugar lo está desde 1159) cuando el rey Alfonso X lo cede a a Guerau de Jorba y su hijo Guillén de Alcarrás. Después, a inicios del siglo XIII, pasa a los vizcondes de Cardona que mantienen el castillo y el lugar hasta el siglo XIX. Del castillo no quedan restos visibles, pero el lugar es estratégico entre las comarcas del Camp de Tarragona y la comarca de Burbera. La última noticia que se tiene data de 1240.