En realidad no se trata de un castillo, sino de un cerro totalmente amurallado en cuyo interior hubo población, distintas dependencias y acuartelamientos.
Las primeras evidencias arqueológicas se remontan a la etapa del Bronce Final, en los primeros siglos del Primer Milenio a. C., con una amplia continuidad de su poblamiento hasta periodos más recientes. Los novedosos estudios arqueológicos que se están llevando a cabo nos han permitido descubrir su ocupación poblacional en época ibérica, pero todavía no se ha terminado de explicar la relación –ritual, económica, militar– que tuvo con la Peña. La etapa de mayor relevancia en su conformación como enclave fortificado fue la Edad Media. Durante la expansión y dominio del califato cordobés tenemos constancia del control y desarrollo del castillo por parte de los musulmanes; un asentamiento que se extendería hasta la administración de la taifa de Murcia. A partir del siglo XIII, tras una expedición promovida por Alfonso VIII, pasa a ser enclave cristiano. A lo largo de toda la Baja Edad Media se mantuvo bajo la dependencia y dominio de Alcaraz, sufriendo la población del sitio varios altibajos debidos sobre todo a las inhóspitas condiciones que la meseta del castillo ofrecía a sus pobladores. En 1537 el castillo de Peñas de San Pedro ya había conseguido una población superior a los 1900 habitantes, lo que le permitió adquirir su independencia con el título de villa reconocido por el emperador Carlos I. Un villazgo adquirido gracias al respaldo económico que le posibilitaba el control del territorio y el cobro y administración de impuestos, sobre todo de tipo agrícola. Tras lograr este importante paso la población de Peñas fue abandonando paulatinamente el castillo para asentarse en su ladera, conformando los orígenes del municipio actual.
La última gran etapa de este asentamiento se vincula al acuartelamiento militar de las primeras décadas del siglo XIX, debido a la Guerra de Independencia. A lo largo de esta centuria la fortaleza se readaptó a las exigencias militares y arquitectónicas que demandaba el momento, por lo que se reacondicionó a las directrices propias de amurallamientos y baluartes defensivos decimonónicas; se llegaron a reconvertir antiguas edificaciones del poblamiento medieval en elementos de carácter militar, tal y como ocurrió con el templo de la villa. De hecho, y según el Diccionario de Pascual Madoz, en 1810 el polvorín del nuevo cuartel de la iglesia explotó tras el impacto de un rayo, generando grandes desperfectos en el emplazamiento que llegaron a alcanzar las viviendas del municipio en la parte baja. A mediados de siglo se procedió a desmilitarizar y desamortizar el terreno, pasando todo el castillo y algunas hectáreas de su entorno a manos privadas. Gracias a los esfuerzos del ayuntamiento de Peñas de San Pedro en el año 2000 se recuperó y pasó a ser un Bien Cultural público de todos los habitantes del municipio. Con ello se pudieron iniciar una serie de tareas de restauración y, desde hace cinco años, trabajos arqueológicos que continúan aportándonos conocimiento acerca de este peculiar castillo.
Tapial
HormigónCal
Mampostería
Tipo estructura:
Complejo
Planta:
Irregular
Elementos arquitectónicos:
Todo el amplio cerro está rodeado con defensa. Queda parte del recinto defensivo con murallas y torres redondas. Bastiones en los extremos del cerro. Queda parte del camino cubierto de acceso en zig-zag, numerosas baterías para artillería, así como muros aspillerados de la época de la Guerra de la Independencia.
Estado:
Ruinas Consolidadas
Medidas correctoras:
Excavación
Restauración:
Parcial
Valoración:
Consolidación
Uso actual:
Sin uso
Intervenciones:
campañas arqueológicas durante el verano en los años 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019.
Titularidad:
Privado
Las primeras evidencias arqueológicas se remontan a la etapa del Bronce Final, en los primeros siglos del Primer Milenio a. C., con una amplia continuidad de su poblamiento hasta periodos más recientes. Los novedosos estudios arqueológicos que se están llevando a cabo nos han permitido descubrir su ocupación poblacional en época ibérica, pero todavía no se ha terminado de explicar la relación –ritual, económica, militar– que tuvo con la Peña. La etapa de mayor relevancia en su conformación como enclave fortificado fue la Edad Media. Durante la expansión y dominio del califato cordobés tenemos constancia del control y desarrollo del castillo por parte de los musulmanes; un asentamiento que se extendería hasta la administración de la taifa de Murcia. A partir del siglo XIII, tras una expedición promovida por Alfonso VIII, pasa a ser enclave cristiano. A lo largo de toda la Baja Edad Media se mantuvo bajo la dependencia y dominio de Alcaraz, sufriendo la población del sitio varios altibajos debidos sobre todo a las inhóspitas condiciones que la meseta del castillo ofrecía a sus pobladores. En 1537 el castillo de Peñas de San Pedro ya había conseguido una población superior a los 1900 habitantes, lo que le permitió adquirir su independencia con el título de villa reconocido por el emperador Carlos I. Un villazgo adquirido gracias al respaldo económico que le posibilitaba el control del territorio y el cobro y administración de impuestos, sobre todo de tipo agrícola. Tras lograr este importante paso la población de Peñas fue abandonando paulatinamente el castillo para asentarse en su ladera, conformando los orígenes del municipio actual.
La última gran etapa de este asentamiento se vincula al acuartelamiento militar de las primeras décadas del siglo XIX, debido a la Guerra de Independencia. A lo largo de esta centuria la fortaleza se readaptó a las exigencias militares y arquitectónicas que demandaba el momento, por lo que se reacondicionó a las directrices propias de amurallamientos y baluartes defensivos decimonónicas; se llegaron a reconvertir antiguas edificaciones del poblamiento medieval en elementos de carácter militar, tal y como ocurrió con el templo de la villa. De hecho, y según el Diccionario de Pascual Madoz, en 1810 el polvorín del nuevo cuartel de la iglesia explotó tras el impacto de un rayo, generando grandes desperfectos en el emplazamiento que llegaron a alcanzar las viviendas del municipio en la parte baja. A mediados de siglo se procedió a desmilitarizar y desamortizar el terreno, pasando todo el castillo y algunas hectáreas de su entorno a manos privadas. Gracias a los esfuerzos del ayuntamiento de Peñas de San Pedro en el año 2000 se recuperó y pasó a ser un Bien Cultural público de todos los habitantes del municipio. Con ello se pudieron iniciar una serie de tareas de restauración y, desde hace cinco años, trabajos arqueológicos que continúan aportándonos conocimiento acerca de este peculiar castillo.
. Beltrán, Bartolomé: Guía de los Castillos, Torres y Atalayas de la Provincia de Albacete, Diputación de albacete, 1985, pag. 14 . Castillos de España, T. II, León, Everest, 1997 pp. 677-678 . Ruibal, Amador: Castillos de Albacete, Ediciones Lancia, León, 1994, pp. 65-66 . I.P.C.E: 1968, pag. 27, nº 029
Información turística:
Visitable
6-V-2020
Archivo / Depósito: ARCIS Observaciones: Foto cedida por ARCIS.
https://arciscastillopsp.wordpress.com/
Autor: Rafael Moreno Archivo / Depósito: A.E.A.C.
Autor: Rafael Moreno García Archivo / Depósito: A.E.A.C.