En el siglo X, el condado de Osona extendía sus dominios sobre las tierras de la Anoia y la Segarra. El avance sobre estas tierras quedaba custodiado por una red de torres de vigía, la mejor conservada de las cuales es esta. Documentado en el año 1012 como torre, 22 años después con término jurisdiccional, pertenecía a la familia Balsareny (por aprisio). Pasó a la corona y se le denominó castillo de Prats, los castellanos eran los Pinos. En 1390 Joan i lo vende en carta de gracia a Galceran de Calders. Fue escogida como punto de observación para el ejército austracista durante la batalla que mantuvieron en Prats de Rei contra las fuerzas borbónicas, a finales del 1711, en el transcurso de la guerra de Sucesión
Meneame
Tuenti
LinkedIn