Espacio destinado a aliviar las necesidades fisiológicas. Suele ser un cubículo de reducidas dimensiones en forma de caja rectangular que sobresale del muro de forma que su suelo queda volado, soportado por canes y con uno o varios orificios en su parte baja por donde se dejaban caer al exterior los exctementos y orines. En el interior se disponía un banco de madera o piedra como asiento para los usuarios. Pueden situarse en las salas de habitación o en el exterior, en el adarve, pero siempre vertiendo las inmundicias fuera de la fortaleza por higiene.