El Fuerte de las Chagas formaba parte de la compleja fortificación realizada por el ejército portugués durante la ocupación de Goián entre 1663 y 1668. Tal conjunto fortificado estaba compuesto por el Fuerte de la Concepción, elemento principal y guarnición del ejército, Torre de los Correas y Fuerte de la Barca, sustituido posteriormente por el actual de San Lourenzo. No se conservan muchos datos históricos referidos a este fortín de las Chagas y cuando se le menciona siempre es en referencia al gran fuerte de Nuestra Señora de la Concepción. El fuerte de las Chagas ocupaba una pequeña elevación al NE de La Concepción y venía a paliar la falta de dominio visual que por este flaco tenía la fortaleza principal, permitiendo con su obra, el control del sector norte del entorno. Se comunicaba con el anterior por medio de un camino cubierto que, en tramos, aún hoy es visible. El Fuerte de las Chagas está directamente relacionado con las confrontaciones entre España y Portugal a mediados del siglo XVII en la raya húmeda, esto es la frontera que el río Miño forma entre los dos países. Las constantes incursiones de ambos ejércitos, a uno y otro lado de la frontera, provocaban la toma de plazas en territorio contrario, alguna de las cuales fue preciso fortificar para asegurar su consolidación como terreno conquistado (GARRIDO 1987, 207-217) El contexto histórico en el que se sitúa el Fuerte de Las Chagas comienza en el año 1657, cuando el ejercito español inicia una ofensiva en la que son conquistadas las plazas de San Luis Gonzaga y Lapela en San Pedro da Torre, Monçao y Salvaterra, dejando desprotegida la zona de Goián. Aprovechando este hecho, el ejército portugués, en octubre de 1663 ataca y ocupa el fuerte de Goián, estableciendo una cabeza de puente con Vilanova de Cerveira, construyendo un puente de barcas sobre el Miño. Los portugueses una vez tomado el Fortín da Barca, pobre defensa en este momento de esta ribera en Goián, deciden construir una fortificación de mayor envergadura para defenderse del contraataque gallego. Será el Conde de Prado quien tome la iniciativa de la construcción de una nueva plaza tal y como dice el Mercurio Portugués, com as novas do mez de outubro do 1663 impreso en Lisboa ...ocupouse logo o Conde de Prado de dia, e de noite, en fortificar o quartel o exercito, e em fazer hum forte em hua eminencia importantísima.... (GARRIDO 1987, 207-217) Para ello eligió una zona alta a poca distancia del fuerte existente. ...Fortificado o quartel mando o conde ocupar uma eminencia pouco distante do forte, e levantar nela outra capaz de mayor guarniçao... En dos meses construyen una fortificación que podemos definir según el testimonio del Capitán General de Galicia D. Luis Poderico (1663-1665) ... es un fuerte Real de cinco baluartes capaz de tres mil infantes de guarnición y quinientos caballos, y además tiene un recinto en que pueden poner todo su ejército muy seguro y el terreno en que están estas fortificaciones es una eminencia que predomina y descubre la campaña. Esta descripción puede corroborarse en los planos históricos que existen de la plaza levantada por los portugueses y que denominaron Fuerte de Nossa Senhora da Conceiçâo. Es en relación con esta importante fortaleza de tierra que se construye el pequeño reducto de las Chagas que viene a reforzar el control sobre el territorio que los portugueses deseaban conservar a fin de mantener las posiciones alcanzadas. Aunque, como ya se ha mencionado, no se conservan apenas datos sobre la construcción de este fortín, ni de sus autores ni del momento en que se levantó, parece simultanearse con la construcción del fuerte principal como si fuera una parte más del mismo. Por las representaciones que existen del conjunto, realizadas en los siglos XVII y XVIII, podemos apreciar una planta cuadrada con cuatro baluartes, uno en cada esquina y dos medias lunas frente a las cortinas norte y sur, todo ello protegido por un foso. Por su situación con respecto al Fuerte de la Concepción y al trazado del camino cubierto que servía de enlace, tendría la puerta por el sur, protegida por una de las medias lunas. Durante la permanencia de los portugueses en los fuertes de Goián, lanzan ataques contra diferentes enclaves gallegos. En 1665 toman el Fuerte de Santa Cruz en A Guarda, acabado de construir en 1664, llegan hasta Bouzas y O Porriño, poblaciones que saquean e incendian. Tras la firma de la paz en Lisboa en febrero de 1668, las plazas conquistadas en territorio contrario son devueltas y entre ellas el Fuerte de Nosa Señora da Concepción y Las Chagas. No sabemos en qué momento fue abandonado ni cuándo fue desmantelado aunque probablemente siguió los mismos pasos que el fuerte de La Concepción que desde el fin de la guerra tuvo una existencia de cinco años después de los cuales fue desmantelado por orden de la reina regente para aprovechar sus materiales en una nueva fortificación más cerca del río que llevaría el nombre de San Lourenzo. En la actualidad no se puede delimitar el perímetro de la fortificación ni apreciar su configuración debido a la tupida vegetación que cubre la totalidad del fuerte vegetal y el poco resalte de sus baluartes y cortinas que dificultan una definición de cara a su estado de conservación y características. Sí es posible distinguir las trincheras que comunicaban esta construcción con el fuerte de la Concepción y que están bien trazados en los planos portugueses. La zona mejor conservada es el sector NW donde se aprecia terraplén, foso y parapeto. Por los lados S y NE se intuye el primer terraplén.
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