En 1165 Alfonso II de Aragón cedió estas tierras al canónigo de Tarragona, Joan de Sant Boi, con la condición de que construyera una capilla dedicada a San Miguel. Desde entonces comenzó a formarse el monasterio que hubo de fortificarse porque el peligro sarraceno aún estaba cercano.
Sin embargo el monasterio nunca alcanzó demasiada importancia y en 1580 fue cedido a los franciscanos, quienes lo utilizaron como seminario hasta la exclaustración de 1835.
En 1920 , cuando ya era una ruina, lo adquirió el diplomático Eduardo toda, quien lo transformó y convirtió en una gran mansión señorial, en la que guardó numerosas colecciones, muebles y antigüedades.
En 1165 Alfonso II de Aragón cedió estas tierras al canónigo de Tarragona, Joan de Sant Boi, con la condición de que construyera una capilla dedicada a San Miguel. Desde entonces comenzó a formarse el monasterio que hubo de fortificarse porque el peligro sarraceno aún estaba cercano.
Sin embargo el monasterio nunca alcanzó demasiada importancia y en 1580 fue cedido a los franciscanos, quienes lo utilizaron como seminario hasta la exclaustración de 1835.
En 1920 , cuando ya era una ruina, lo adquirió el diplomático Eduardo toda, quien lo transformó y convirtió en una gran mansión señorial, en la que guardó numerosas colecciones, muebles y antigüedades.
- ALOGUIN I PALLACH, Ramón, Guía de fortificacions de Tarragona, Tarragona. - PLADEVALL I FONT, Antoni, dir., Catalunya románica 21, Barcelona, 1995. - Catalá i Roca, Pere, Els castells catalans IV, Barcelona, 1973. - VVAA., Catàleg de monuments i conjunts histórico artistics de Catalunya, Barcelona, 1990. - BURON, Vicenç, Castells romànics catalans, Guía, Barcelona. 1989.