Construida a finales del siglo XV, se ubica en una de las plazas más elevadas de la localidad, la Plaza de la Merced donde se sitúan también las dependencias del Ayuntamiento. Conocida antiguamente como la ermita de San Sebastián y los Santos Mártires hasta convertirse en 1590 en iglesia de un monasterio mercedario de frailes descalzos de Nuestra Señora de la Merced, del que formarían parte las actuales dependencias municipales. La decisión fue tomada tras descubrirse que el templo permanecía cerrado la mayor parte del año y por la necesidad que planteaba la villa de espacio suficiente para celebrar las eucaristías y demás actos religiosos para una población en aquella época de más de 7.000 habitantes. La llegada de los seis monjes y el padre comendador que habitaron el convento supondría además el incremento del nivel cultural de la población. A partir de 1590 se inicia el proceso de construcción del claustro del monasterio y de las dependencias para que los frailes desarrollaran su vida monacal de forma cómoda y autónoma. Uno de los acontecimientos más importantes que tuvo lugar en este convento será la celebración del Capítulo General Santiaguista por el que fue elegido como Maestre de la Orden Don Alonso de Cárdenas en 1447.
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