El castillo de Beloaga aparece documentado en el listado de castillos conquistados en el año 1200 por el rey Alfonso VIII de Castilla al Reino de Navarra. Su historia se documenta en otros episodios, a modo de inventario: órdenes (no muy claras) de asalto, de derribo, rebeliones de señores que se atrincheran, escaramuzas en las guerras carlistas... Hasta llegar al siglo XX, en que los nacionales excavan en la misma peña un ‘Observatorio’, una posición desde la que se coordinaba la red de fortines de la zona, junto a la frontera del Bidasoa.
Una asociación local ha emprendido un proyecto de rehabilitación de las ruinas, para recuperarlas.
En la primera campaña arqueológica, los sondeos arqueológicos en la plataforma superior del castillo, situada al pie de la torre principal y a la prospección arqueológica de su superficie ha permitido recuperar material de tres periodos: Edad Media, Guerras Carlistas y Guerra Civil. Entre los materiales medievales destacan las puntas de flecha y de ballesta realizadas en hierro, los ganchos para disparar las ballestas, puntas de lanza, hojas de cuchillos, hebillas y apliques decorativos para el ropaje de los soldados, cerámicas, dados y cientos de fragmentos de fauna doméstica. La colección numismática recuperada ha sido importante y fundamentalmente de una cronología entre los siglos XIII y XV. Todo ello está unido a las murallas y restos de la torre principal cuyos morteros serán estudiados para su datación.
Mampostería
Tipo estructura:
Simple
Planta:
Rectangular
Elementos arquitectónicos:
En la parte superior son claramente visibles dos recintos cuadrangulares que forman las estructuras defensivas de la cumbre. Estas estructuras aprovechan en parte la roca natural, mientras que fuertes muros de mampostería cierran los huecos que pudieran quedar. Estos muros son más evidentes y de más envergadura en la zona sur.
Se trata de los restos del castillo medieval sobre los que se asienta la ocupación del fuerte de Arkale por los liberales en el siglo XIX. Buena parte de los restos visibles pertenecen este último. Los fuertes muros son claramente visibles desde un entorno lejano. La plataforma superior presenta una salida algo abocinada, hacia el oeste que, al parecer, daba a un hoy desaparecido cuerpo para tiradores que cerraba esta zona, y a un depósito de munición.
Ya en la zona inferior, donde la pendiente se suaviza, y atravesando el monte en dirección norte-sur, se abren dos entradas, como bocas que se adentran en la peña. Éstas atraviesan el monte y desembocan en dos puestos de observación: uno terminado y otro excavado pero sin terminar. Los pasillos interiores incluyen rampas, escaleras y algún cubículo. Presentan las paredes recubiertas de hormigón en varios tramos. Un escudo del cuerpo de ingenieros del ejército remata el arco de entrada de una de las galerías. En la salida norte del observatorio, uno de los puestos de observación está construido con hormigón, asemejando un bunker. La otra salida asemeja una cueva al carecer, tras su excavación, de los remates y estructuras militares necesarias.
Estado:
Ruinas Consolidadas
Medidas correctoras:
Excavación
Restauración:
Parcial
Intervenciones:
2012 excavaciones arqueológicas realizadas por la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
Titularidad:
Público
Nivel protección BIC:
Conjunto monumental
Fecha BIC:
2016-03-01 00:00:00
El castillo de Beloaga aparece documentado en el listado de castillos conquistados en el año 1200 por el rey Alfonso VIII de Castilla al Reino de Navarra. Su historia se documenta en otros episodios, a modo de inventario: órdenes (no muy claras) de asalto, de derribo, rebeliones de señores que se atrincheran, escaramuzas en las guerras carlistas... Hasta llegar al siglo XX, en que los nacionales excavan en la misma peña un ‘Observatorio’, una posición desde la que se coordinaba la red de fortines de la zona, junto a la frontera del Bidasoa.
Una asociación local ha emprendido un proyecto de rehabilitación de las ruinas, para recuperarlas.
En la primera campaña arqueológica, los sondeos arqueológicos en la plataforma superior del castillo, situada al pie de la torre principal y a la prospección arqueológica de su superficie ha permitido recuperar material de tres periodos: Edad Media, Guerras Carlistas y Guerra Civil. Entre los materiales medievales destacan las puntas de flecha y de ballesta realizadas en hierro, los ganchos para disparar las ballestas, puntas de lanza, hojas de cuchillos, hebillas y apliques decorativos para el ropaje de los soldados, cerámicas, dados y cientos de fragmentos de fauna doméstica. La colección numismática recuperada ha sido importante y fundamentalmente de una cronología entre los siglos XIII y XV. Todo ello está unido a las murallas y restos de la torre principal cuyos morteros serán estudiados para su datación.