En mayo de 1898, a raíz del inicio de la guerra con los EEUU el mes anterior se ordenó construir a toda prisa defensas del puerto y ciudad de Santander. Se comenzaron las obras de cuatro baterías en la península de La Magdalena, aunque no se llegó a artillar ninguna debido a la escasa duración del conflicto.
En 1904 se modificó el proyecto inicial para montar cañones sobre marco bajo, que tampoco llegaron nunca, porque en 1909 la zona se habilitó para construir el palacio real de la Magdalena, cuyas instalaciones destruyeron tres de las baterías comenzadas, conservandose solo parte de la de Sandoval. La bóveda blindada de hormigón fue enterrada en sus dos extremos para impedir la entrada, pero se conserva, así como las plataformas de las piezas.
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