Fue construida hacia 1515 por los Arbieto, linaje de suma importancia en Orduña (y también en Bilbao, donde se asentó una rama del mismo). Durante todo el s. XVI fue de esta familia. Luego pasó a los Ortés de Velasco (otra importante familia orduñesa). En el s. XIX pasó a los Escuza, en cuyas manos y desde 1877, la torre pasó a formar parte de un establecimiento balneario. En el s. XX pasó a los Olábarri-Zubiría, y luego a los Menchaca y de la Bodega. Hoy está abandonada
Mampostería
Sillería
Tipo estructura:
Simple
Planta:
Irregular
Elementos arquitectónicos:
Formado por dos cuerpos perpendiculares. Dos accesos apuntados. Galeria de vanos adintelados en el piso residencial. Tejado a cuatro aguas"Mas que una torre, podríamos hablar de una extraña mixtura entre casa-fuerte y célula agropecuaria. El edificio se compone de dos partes: la de la izquierda (según el espectador) que posee un ingreso apuntado, muy amplio, para la cuadra. En la fachada trasera de este cuerpo hay una saetera. El otro cuerpo edificatorio, perpendicular al anterior (de hecho, ambos conforman
Estado:
Regular
Causas del deterioro:
ErosiónAbandono
Uso actual:
Sin Uso
Titularidad:
Privado
Fue construida hacia 1515 por los Arbieto, linaje de suma importancia en Orduña (y también en Bilbao, donde se asentó una rama del mismo). Durante todo el s. XVI fue de esta familia. Luego pasó a los Ortés de Velasco (otra importante familia orduñesa). En el s. XIX pasó a los Escuza, en cuyas manos y desde 1877, la torre pasó a formar parte de un establecimiento balneario. En el s. XX pasó a los Olábarri-Zubiría, y luego a los Menchaca y de la Bodega. Hoy está abandonada
. González Gato, Jesús Aitor: Guía de las torres de Vizcaya. Bilbao, Artes Gráficas Elkar, 1995, pag. 100 Javier de Ybarra y Pedro de Garmendia: Torres de Vizcaya. Tomo III, pp. 417 a 419
Acceso al castillo:
AccesosDesde Bilbao llegamos a Orduña por la autopista A-68 hasta Llodio, en que tomaremos la A-625, que nos lleva hasta la Ciudad. Para llegar a la torre, tendremos que volver un par de kilómetros sobre nuestros pasos, hasta llegar al barrio de Arbieto, donde se encuentra un abandonado balneario