Controló la Cañada de ganados que cruzaba por la falda de la Sierra de Espuña. Aparece citada en las crónicas árabes del siglo XI junto a sus fuentes termales. Alfonso X concedió el castillo a Garcia Villamayo, quedando la villa en posesión real. Cuando la invasión catalano-aragonesa, Jaime II se apodera de Alhama en 1298. Fue devuelta por el pacto de Torrella en 1304 a los castellanos, quedando a manos del Maestre Juan Osorez. A partir de 1370 se vincula a la familia de los Fajardo que lo mantuvo hasta 1811.
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